domingo, 10 de julio de 2011

Síntomas del Dengue Clásico y Dengue Hemorrágico

¿Cuáles son los síntomas del dengue clásico?
Los síntomas principales del dengue son:
  • dolor de cabeza fuerte en la parte frontal de la cabeza 
  • fiebre alta 
  • dolor de espalda 
  • dolor muscular y en las articulaciones (coyunturas) 
  • náuseas y vómitos 
  • dolor detrás de los ojos 
  • erupción de la piel en forma de manchas con relieve, 3 a 4 días después que comienza la fiebre que puede esparcirse por el torso hacia los brazos, piernas y cara 
  • no suele provocar resfrío ni catarro 
  • además, muchos pacientes pueden notar alteraciones en el gusto.
Las manifestaciones de la enfermedad pueden variar en intensidad, desde pasar desapercibidas hasta los síntomas descritos anteriormente. La fase aguda, que dura hasta una semana, es seguida por un período de convalecencia de 1 a 2 semanas, caracterizado por debilidad, malestar y anorexia.
Generalmente, la enfermedad es más leve en los niños menores que en los niños mayores y adultos, y la enfermedad puede confundirse clínicamente con la influenza, el sarampión o la rubéola.

Están en riesgo especial:
  • Las embarazadas, a las que provoca parto prematuro. NO PRODUCE aborto ni malformaciones al bebé.
  • A los ancianos, porque muchos tienen diabetes, insuficiencia cardiaca y otras cosas que los hace mas débiles a una fiebre tan alta. 
  • A los bebes hasta tres años porque se deshidratan mucho mas facilmente que los niños mas grandecitos.
  • Portadores de HIV-Sida porque tienen menos defensas.
  • Los que tienen insuficiencia renal y estan en hemodialisis, porque tienen menos defensas. 
  • Los que toman antinflamatorios por ejemplo reumaticos , o usen corticoides por (ejemplo asmaticos) tienen menos defensas que los demas. Estos pacientes a veces, por sus enfermedades o los medicamentos que toman, no tienen fiebres altas al principio y se detecta muy tarde su contagio de Dengue. 

¿Cuáles son los síntomas del dengue hemorrágico?
El DH se caracteriza por síntomas semejantes a los del dengue clásico: fiebre que dura de 2 a 7 días, con signos y síntomas generales que pueden ocurrir con muchas otras enfermedades (por ejemplo, náusea, vómito, dolor abdominal y dolor de cabeza).
Esta etapa es seguida por manifestaciones hemorrágicas, tendencia a tener fácilmente hematomas o cardenales, magulladuras, u otros tipos de hemorragias de la piel, sangramiento de la nariz o de encías, y posiblemente sangramiento interno, que puede manifestarse -por ejemplo- con sangre en la materia fecal.
Cuando comienza a bajar la fiebre, el paciente puede mostrar intranquilidad o letargo, y señas de fallo circulatorio.

Los vasos sanguíneos más pequeños (capilares) se hacen excesivamente permeables, permitiendo el escape del suero o componente líquido de la sangre, fuera de los vasos sanguíneos.

Esto puede conducir a fallo del sistema circulatorio y shock (choque), seguido de muerte, si el fallo circulatorio no es corregido.
Los signos de alerta precoz de esta condición, llamada síndrome de choque por dengue o SCD, incluyen dolor abdominal severo, vómito prolongado, piel fría y húmeda, pulso débil y rápido o cambio en el estado de conciencia (intranquilidad o letargo).

Formas de Prevenir el Dengue

Existen cuatro serotipos del virus del dengue: 1, 2 ,3 y 4. La primera vez que una persona es contagiada por cualquiera de estos cuatro virus, adquiere el dengue clásico. Nunca volverá a padecer dengue por el mismo virus, pero sigue expuesta a los demás serotipos.

Si la persona vuelve a ser picada por un mosquito portador de uno de los tres virus restantes, puede sufrir el dengue hemorrágico, mucho más peligroso y que provoca la muerte en la mayoría de los casos.


Para evitar el dengue es necesario eliminar los criaderos del mosquito, por lo que se debe hacer lo siguiente:
  • Mantener bien tapados todos los recipientes donde se almacena agua para uso doméstico.
  • Rellenar los huecos de los árboles, tapias y paredes con cemento.
  • Eliminar el agua estancada de recipientes, charcos, blocks de construcción y otros objetos.
  • Tapar muy bien los tanques de agua y cisternas para que no entre el mosquito.
  • Sustituir con tierra o arena el agua de los floreros y macetas del hogar, lugares de trabajo, centros de estudio y en cementos.
  • Perforar huecos en las llantas de los parques infantiles para que no se acumule agua.
  • Enterrar todo tipo de basura: cáscaras, recipientes, llantas u otros objetos que puedan almacenar agua.
  • Rellenar con tierra tanques sépticos en desuso, desagües en desuso, y letrinas abandonadas.